El auge de la popularidad de los vehículos eléctricos (VE) ha sido espectacular. Con un aumento del 75 % en las ventas mundiales de VE solo en el primer trimestre de 2022, es evidente que el mundo avanza hacia un futuro de transporte más ecológico. Sin embargo, a medida que crece el número de VE, también aumentan las preguntas sobre su componente más vital: la batería. ¿Cuánto duran? ¿Soportan las exigencias del uso diario?
La importancia de la longevidad de la batería en los vehículos eléctricos
El corazón de un vehículo eléctrico es su batería. A diferencia de los motores de combustión interna tradicionales, que dependen del combustible, los vehículos eléctricos dependen completamente de sus baterías para su propulsión. Esto hace que la longevidad de la batería no sea solo una cuestión de interés, sino de suma importancia. Una batería de larga duración garantiza un rendimiento constante, menos reemplazos a lo largo de la vida útil del vehículo y, a largo plazo, valida los beneficios ambientales y económicos de la transición a la movilidad eléctrica.
Conceptos erróneos comunes sobre la vida útil de la batería de los vehículos eléctricos
Una idea errónea muy extendida proviene de nuestra experiencia con smartphones y portátiles. Muchos consumidores asocian la degradación de la batería de los vehículos eléctricos con el rápido deterioro observado en los dispositivos electrónicos personales. El temor a que la batería de un vehículo eléctrico se deteriore rápidamente, haciendo que el vehículo sea menos eficiente o incluso inutilizable, es un factor disuasorio importante para los compradores potenciales. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que las baterías de los vehículos eléctricos están meticulosamente diseñadas para una mayor durabilidad. La mayoría de las investigaciones indican que la batería promedio de un vehículo eléctrico probablemente durará más que el vehículo que alimenta. Por lo tanto, si bien es natural tener reservas basadas en experiencias con otros dispositivos, los vehículos eléctricos son únicos en cuanto a la resistencia de la batería.

Tipos de baterías utilizadas en vehículos eléctricos
Si bien existen diversos tipos de baterías, la mayoría de los vehículos eléctricos utilizan baterías de iones de litio (Li-ion). Estas baterías son las preferidas por su alta densidad energética, eficiencia y vida útil relativamente larga. Otras tecnologías de baterías, como las de níquel-metal hidruro (NiMH) o las de plomo-ácido, son menos comunes en los vehículos eléctricos modernos debido a sus menores densidades energéticas y otras limitaciones técnicas.
Cómo funcionan las baterías de los vehículos eléctricos
Las baterías de los vehículos eléctricos almacenan energía de la red eléctrica y la liberan para impulsar el vehículo. Su carga y descarga se basa en reacciones químicas controladas dentro de las celdas, actuando como el núcleo de los vehículos eléctricos, garantizando su movimiento y rendimiento general.
Anatomía de una batería
En esencia, una batería de vehículo eléctrico es un conjunto de celdas individuales agrupadas. Cada celda consta de tres componentes principales: un ánodo (electrodo negativo), un cátodo (electrodo positivo) y un electrolito que facilita el movimiento de iones entre los electrodos. Durante la carga o descarga, los iones de litio se mueven entre el ánodo y el cátodo, almacenando o liberando energía eléctrica en el proceso.
Carga y descarga
Cargar la batería de un vehículo eléctrico implica aplicar una corriente eléctrica externa, lo que provoca que los iones de litio se desplacen del cátodo al ánodo. En este estado, la batería almacena energía. Durante la descarga (cuando el vehículo está en uso), el proceso se invierte: los iones se desplazan del ánodo al cátodo, liberando energía que alimenta el motor eléctrico del vehículo.
Factores que afectan la vida útil de la batería del vehículo eléctrico
A medida que los vehículos eléctricos se vuelven más comunes, comprender qué afecta la vida útil de sus baterías se vuelve crucial. Si bien los avances en la tecnología de iones de litio han logrado avances significativos en la longevidad, la vida útil de las baterías aún depende en gran medida de su cuidado.
Hábitos de carga
Cada vez que la batería de un vehículo eléctrico se carga, se somete a cierta tensión, lo que reduce ligeramente su capacidad total. Aunque puede ser tentador enchufar el vehículo después de cada viaje, es recomendable cargarlo solo cuando sea necesario. Esto puede ayudar a preservar la salud de la batería a largo plazo.
Carga rápida vs. carga lenta
Carga rápida: Es una ventaja para quienes tienen prisa, ya que recarga la batería rápidamente. Sin embargo, depender con frecuencia de la carga rápida... cargadores puede introducir más calor en la batería, acelerando potencialmente su desgaste.
Carga lenta: Un método más suave, la carga lenta genera menos calor y, por lo tanto, puede prolongar la vida útil de la batería. Este método es recomendable para cargas regulares.
Carga completa vs. carga parcial
Una batería llena puede dar una sensación de seguridad, pero cargarla al 100 % de forma rutinaria no es lo ideal. Las baterías de iones de litio tienen un flujo y reflujo natural, y cargarlas al máximo constantemente puede, con el tiempo, disminuir su capacidad total. Se recomienda mantener una carga entre el 20 % y el 80 % y evitar que la batería se descargue por completo.
Temperatura
La temperatura juega un papel fundamental en la longevidad y el rendimiento de la batería de un vehículo eléctrico. Ambos extremos, demasiado calor o demasiado frío, pueden afectar negativamente la salud de la batería. La mayoría de las baterías de vehículos eléctricos funcionan óptimamente en temperaturas suaves, típicamente entre 15 °C y 25 °C (59 °F y 77 °F). En estas condiciones, la batería puede mantener su eficiencia de carga y capacidad general.
Climas cálidos
La exposición constante a altas temperaturas puede acelerar la degradación de la batería. Los líquidos internos pueden evaporarse con el calor, lo que podría reducir su vida útil.
Climas fríos
Las condiciones de frío pueden limitar temporalmente una capacidad de carga de la batería y el rendimiento general. Si bien podría no causar el desgaste a largo plazo que se observa en climas más cálidos, puede afectar la eficiencia y la autonomía en los meses más fríos.
Kilometraje y uso
Al igual que cualquier otro componente de un vehículo, la batería de un VE se desgastará según la frecuencia e intensidad de uso. Como cualquier batería, someterla constantemente a un desgaste extremo (ya sea por viajes frecuentes a alta velocidad o por esperar siempre a que esté casi vacía para cargarla) puede acortar su vida útil. Si bien las baterías modernas de VE están diseñadas para un uso diario eficiente, aún tienen límites. Superarlos constantemente puede provocar una reducción más rápida de la salud y la capacidad general de la batería.
Desplazamientos diarios
Los viajes cortos regulares, si se realizan sin cargas frecuentes entre ellos, pueden ser más suaves con la batería que los viajes largos que requieren cargas rápidas consecutivas.
Viajes de larga distancia
Los viajes largos y continuos, especialmente si dependen de una carga rápida, pueden sobrecargar la batería con el tiempo, lo que podría afectar su vida útil.




